Cuando se tiene mucho tiempo libre, tendemos a pensar mucho, pero no precisamente situaciones útiles o constructivas, sino algo que mi familia llama "La Retórica del Pasado", esto no es más que un estado en que nuestra mente se desconecta de la realidad y empieza a divagar con ideas y recuerdos de personas que marcan nuestra vida de una u otra forma, generalmente éstos recuerdos que nos dan una sensación falsa de bienestar con nosotros mismos porque cuando volvemos a la realidad nos damos cuenta que era sólo un sueño que no va a poder ser.
Hace algunas noches tuve esa sensación y me dí cuenta que son cosas que no se pueden cambiar y que por mucho que tengas el deseo de que cambien no va a poder ser así. Cada noche que pasa es el mismo cuento que se repite una y otra vez, de hecho tomé la decisión de tratar de poner mi mente en otro sitio porque para ser honestos no quiero recordar nada que me asocie a algo pasado y sin sentido común.
Y como lo he dicho muchas veces: "Mirar hacia atrás... ¿Para qué?" ya no hay nada que se pueda corregir y lo siento por aquellos que me conocen pero lamentablemente las cosas pasan porque tienen que pasar y la vida tiene que seguir, y no tengo ni la más remota idea de volver hacia atrás donde quedó la sinvergüezura y la hipocresía, así que para atrás... ¿ Y qué pienso hacer allá?.
Y como lo he dicho muchas veces: "Mirar hacia atrás... ¿Para qué?" ya no hay nada que se pueda corregir y lo siento por aquellos que me conocen pero lamentablemente las cosas pasan porque tienen que pasar y la vida tiene que seguir, y no tengo ni la más remota idea de volver hacia atrás donde quedó la sinvergüezura y la hipocresía, así que para atrás... ¿ Y qué pienso hacer allá?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario