Es un 24 de Diciembre, Nochebuena, en la oscura y cálida noche zuliana se deja sentir una fresca brisa que recuerda el paso de los vientos alisios y que en el común llaman el "frío de diciembre". El patio de la casa, decorado con luces de colores alusivos a la Navidad, la familia se reúne para recordar anécdotas del año que en unos días está por acabar; por primera vez en mucho tiempo no se oyen cohetes, ni la Billos y mucho menos casas adornadas, es el resultado de una crisis que ha golpeado hasta la Navidad de los venezolanos.
Sin embargo, a pesar del ambiente tenso de los días recientes, algunos venezolanos han aprovechado la ocasión para reunirse, estar juntos, darse apoyo en la circunstancia que nos abruma y así, las horas se dejan pasar a la espera del nacimiento del Niño Jesús, pero antes, un pequeño detalle, en la víspera del momento, se hace la tradicional cena navideña y es aquí donde, quien les escribe, siente un momento de profunda reflexión. En ese instante, justo antes de disponer del plato navideño lo observo fijamente, su contenido: Porciones iguales de Pan de Jamón, Hallaca, Pernil y Ensalada de Gallina.
En ese breve instante de observación inicial me invade un pensamiento en forma de pregunta que, al día de hoy, y en vísperas de recibir con los brazos abiertos el 2017, no consigo darle una respuesta clara. Esa pregunta es: ¿Cuántos venezolanos se habrán podido disfrutar una cena de éstas características?
Quizá es una de las etiquetas que mayor propagación hay en este momento, pero también evoca un significado bienaventurado sin precedente alguno, impulsado por la campaña publicitaria de fin de año de Ford en Venezuela.
Se trata, sin duda alguna como una estrategia de mercadeo audaz para atraer el creciente mercado de las redes sociales, pero el mensaje que transmite la cuña -leyéndolo entre líneas- no es más que los logros de los venezolanos más resaltantes del año que terminó y dejaron en alto el nombre de nuestro país, sin embargo, no es por este motivo que me dedico a redactar éstas líneas el día de hoy.
El motivo de éste post es para llevar un mensaje que muchos compartimos cuando despedimos el año y, a veces, no es escuchado por la coyuntura del momento, si bien a todos nos toca la fibra emocional despedir un año exitoso-bueno-regular-malo o simplemente sucede que tenemos tanta curda encima que no recordamos con claridad ese momento ansiado por muchos. Por lo tanto, he aquí, mi mensaje para el 2013:
No quiero exagerar diciendo que vivimos una de las peores crisis políticas y económicas en los últimos 15 años, es por ello que, ahora más que nunca, tenemos que estar unidos en pro de alcanzar el bien común ¿Y cuál es el "bien común"? pues se trata ni más ni menos que nuestra sociedad, y para ello tenemos que olvidar los odios, los rencores y el revanchismo, acciones que le hicieron muchísimo daño a nuestro país y estamos obligados a dejarlas en el pasado para seguir adelante y crear generosidad, talento y creatividad.
Tampoco quisiera ignorar que existe un cierto pesimismo por lo que hemos vivido últimamente y quizás muchos jóvenes como yo han esperado el año con la incertidumbre de qué es lo que va a pasar, llenos de inseguridad, mi mensaje para ellos es que cambiemos la incertidumbre por esperanza y por metas a cumplir próximamente y tengamos fe que los vientos de cambio están muy cerca y en palabaras de Henrique Capriles: "El tiempo de Dios es Perfecto".
Por último quisiera citar unas palabras del discurso del Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, las cuales caen como anillo al dedo en estos momentos y a nuestra forma de hacer política:
"...No ignoro que la política no vive hoy sus mejores horas en la percepción de los ciudadanos. Por esta razón yo quisiera reivindicar la política porque su papel es fundamental en la salida de la crisis. Quiero reivindicar la política grande, esa que para destacar su dignidad y valor solemos llamar la política con mayúsculas."
"La que, desde el gobierno o desde la oposición, fija su atención en el interés general y en el bienestar de los ciudadanos. La que, lejos de provocar el enfrentamiento y desde el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas."
"La que sabe renunciar a una porción de lo suyo para ganar algo mayor y mejor para todos. La que busca el entendimiento y el acuerdo para encauzar y resolver los grandes y fundamentales desafíos colectivos."
"La que se cimenta en el espíritu de servicio y se acomoda a los principios de la ética personal y social. La que, en fin, es capaz de sacrificar la satisfacción del corto plazo, a menudo efímero, para ensanchar el horizonte de sus ambiciones."
"Esa fue la política grande que supo inaugurar una nueva y brillante etapa integradora en nuestra historia reciente y es la única que tiene la capacidad de reafirmar la confianza en nuestra gran nación, abrir nuevas puertas a la esperanza y materializar ese anhelo de superación que está reclamando nuestra sociedad. Para conseguirlo, es necesario promover valores como el respeto mutuo y la lealtad recíproca..."
"Cuando lo que dice nuestra voz lo hacen también nuestras manos, llegamos lejos."
José Rafael Briceño para el
Mensaje de Navidad y Año Nuevo de Ford Motor de Venezuela
Hace algunos meses atrás había tomado la iniciativa de unirme al selecto grupo de estudiantes del Politécnico "Santiago Mariño" que asistiría por primera vez a los Premios Eureka a la Innovatividad Universitaria; desde el principio supe que la faena no sería sencilla, pues el proyecto que tenía entre manos estaría en una de las menciones más reñidas del concurso: Desarrollo Sostenible.
Si bien, durante el transcurso del tiempo comprendido los recaudos se fueron cumpliendo a cabalidad y se afinaban los últimos detalles para el viaje, ocurre un cambio repentino nuestros planes que quizá haya marcado el rumbo y la definición de los ganadores en el certamen, porque el formato había sido transformado de presencial a virtual, lo cual significaría que estábamos en la obligación de proponer y defender una idea frente una cámara durante un tiempo limitado y sin poder atender a las interrogantes del jurado que evaluaría los proyectos del otro lado del monitor.
De nuevo lo reitero, no fue fácil adaptarse al cambio de formato, admito que durante la grabación del vídeo los nervios hicieron de las suyas y me arruinaron la intervención que duró un poco más de 4 minutos, en fin, cabría resaltar que hice mi mejor esfuerzo para hacerme entender en el corto tiempo que intervine y también admito que lo pude haber hecho mucho mejor, pero había una sola oportunidad de hacerlo bien.
Somos conscientes de nuestro trabajo y es importante resaltar que somos nuevos en esto, pero con un nuevo formato de competencia estábamos en igualdad de condiciones todos los participantes, por lo que es imperioso hacernos una evaluación y observar cada elemento desde fondo para descubrir qué salió mal, para mejorarlo y lo que estuvo bien, hacerlo mejor con la finalidad de reinventarnos.
No nos sintamos mal porque no ganamos nada, para la comunidad santiaguista ya somos pioneros en donde la institución no había llegado antes, lo cual nos llena de entusiasmo para seguir creyendo y que quizá el momento de brillar no fue éste pero lo mejor estará por venir.
"Las batallas en la vida no siempre las gana el hombre más fuerte o más rápido. Pero tarde o temprano el hombre que gana, es el hombre que piensa que puede ganar".
Cuando debería estar celebrando haber cumplido con otro parcial y haber aprobado la totalidad de mis materias, hay algo que me frena estar contento y me hace pensar la clase de personas con las que tratamos a diario, de hecho, por un pequeño grupo de envidiosos, malagradecidos y mentirosos, no vamos a poder cumplir con una meta que ya estaba planteada y que esperábamos concretar favorablemente.
El hecho es que de parte mía a ese puñado de impresentables les digo que no se atrevan a seguir difamando y dañando mi reputación como lo han venido haciendo, yo sé quién está detrás de ese comentario de pasillo y que tenga por seguro que voy a llegar hasta las últimas instancias porque esto no se queda aquí. En mi corta vida no he visto una actitud tan inmadura y tan ridícula como la que han montado, no puedo permitir que se siga esparciendo esa clase de males que tanto daño le hacen a nuestra sociedad; injuriar y vilipendiar a un compañero de clase debería ser una la clase de falta más flagrante y que se debería sancionar con la expulsión del recinto universitario.
Quiero que quede claro, para los que me conocen y saben cómo es mi forma de trabajar y les consta que esperan que las cosas se hagan bien y respetando las normas. NO voy a permitir que se me esté insinuando alguna clase de difamación e injuria, mucho menos que se me esté infundando alguna clase de plagio o alguna clase parecida de robo de propiedad intelectual. Aspiro y espero que ésta clase de altercados no se vuelvan a repetir y mucho menos en la que se esté dañando mi imagen y mi prestigio.
En estos últimos días se han estado escribiendo las páginas más memorables en los estamentos del fútbol venezolano, un fútbol que se ha venido en franco crecimiento desde aquella llegada del "Pato" Pastoriza en la dirección técnica de nuestra selección, y aunque su balance no habia sido positivo marcó un precedente el cual fue que nada llega de la noche a la mañana y que todas las metas que aspiremos lograr se tienen a que obtener a fuerza de trabajo y dedicación entera.
Ha sido tan impresionante el desempeño de la selección que a veces pensamos: "¿Será este el límite?" y la respuesta tiene y debe ser rotunda: NO. Todavía la selección no ha llegado a su techo, pero tampoco ha perdido rumbo por consiguiente la meta está todavía ahi al alcance y que estamos seguros de que esos muchachos con mucha garra, valentía y pundonor lo van a lograr con todo el mérito, porque se lo han ganado.
Hemos llegado a semifinales con mucho trabajo y con mucho esfuerzo, quizá estemos frente a la mejor generación de la historia de la selección o también el abrebocas para una mucho mejor que ésta y nos dará aún más alegrías y emociones de las que estamos viviendo, pero por ahora éstos son nuestros héroes y los que han logrado lo que nadie ha podido lograr, unir al país en una sola voz y una sola pasión que se llama Vinotinto.
Lo que se dice en la calle, en la TV y en la prensa nos sirve de plato fuerte para discutir algo más que evidente: ¿Cómo va a jugar la selección en la Copa América?, de nuevo, hay que ponerse en los zapatos del DT y tratar de armar un rompecabezas que se llama Venezuela, asi que no perdamos tiempo y veamos lo que tenemos:
Porteros: Hay buen repertorio y el talento sobra bajo los tres postes, la balanza podría inclinarse por el "legionario" Dani Hernández o quizás por el cancerbero del Anzoátegui, Leo Morales.
Defensa: Un poco más discutida pero no nos queda duda que los laterales serán Roberto Rosales y Juan Fuenmayor, ambos de muy buenas proyecciones, la incógnita estará en la pareja de centrales, suena el regreso de José Manuel Rey y quizás lo acompañe Francisco Flores o el favorito de Farías, Oswaldo Vizcarrondo, pero hasta ahora éste puede ser la zaga defensiva que irá a la copa.
Mediocampo: Aún más talento nos sobra en ésta área, de hecho, la convocatoria obligada sería la del jugador del Hamburgo, Tomás Rincón para dar solidez medular junto con Franklin Lucena o Jesús "Pulga" Gómez; en la zona creativa es justo decirlo que Yohandry Orozco será una pieza clave dentro del esquema, la duda será su acompañante en la creación ¿Juan Arango? ¿Luis Manuel Seijas? o algún enganche de buenas actuaciones, todavía es dificil decidir.
Delantera: No cabe la menor duda que Salomón Rondón como "9" será una de las piezas clave a la hora de la definición y Nicolás "Miku" Fedor estaría un poco más atrás para dar proyección de espaldas al arco.
Aquí están las piezas, todavía faltan algunas por encajar y el tiempo se hace cada vez más corto, ¿Algún otro candidato? Sólo coméntalo al final de este post.
Cuando se tiene mucho tiempo libre, tendemos a pensar mucho, pero no precisamente situaciones útiles o constructivas, sino algo que mi familia llama "La Retórica del Pasado", esto no es más que un estado en que nuestra mente se desconecta de la realidad y empieza a divagar con ideas y recuerdos de personas que marcan nuestra vida de una u otra forma, generalmente éstos recuerdos que nos dan una sensación falsa de bienestar con nosotros mismos porque cuando volvemos a la realidad nos damos cuenta que era sólo un sueño que no va a poder ser.
Hace algunas noches tuve esa sensación y me dí cuenta que son cosas que no se pueden cambiar y que por mucho que tengas el deseo de que cambien no va a poder ser así. Cada noche que pasa es el mismo cuento que se repite una y otra vez, de hecho tomé la decisión de tratar de poner mi mente en otro sitio porque para ser honestos no quiero recordar nada que me asocie a algo pasado y sin sentido común.
Y como lo he dicho muchas veces: "Mirar hacia atrás... ¿Para qué?" ya no hay nada que se pueda corregir y lo siento por aquellos que me conocen pero lamentablemente las cosas pasan porque tienen que pasar y la vida tiene que seguir, y no tengo ni la más remota idea de volver hacia atrás donde quedó la sinvergüezura y la hipocresía, así que para atrás... ¿ Y qué pienso hacer allá?.
